jueves, 19 de marzo de 2015

Antonio y el sol

      © Guillermo Asián

Antonio López se formó en un principio junto a su tío Antonio López Torres, también pintor.  Si bien, técnicamente podría considerarse como hiperrealista, la magia lumínica, heredada de Velázquez o Zurbarán, que impregna sus composiciones, le aparta de esta corriente, conformándolo como un autor único, simbólico y enigmático para el que el proceso pictórico es de tanta importancia como la obra terminada. Esto se pone de manifiesto en el film de Víctor Erice “El Sol del Membrillo”, en el cual Antonio López reflexiona sobre el objeto pictórico, la actividad artesanal y creativa y su constante preocupación sobre el paso del tiempo. Destacan sus crónicas familiares, a modo de retratos o bodegones y sus vistas panorámicas de Madrid. En junio de 1961 inauguró su primera exposición individual, en la Galería Biosca de Madrid, y, en 1993 el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid realizó su exposición antológica más completa.

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