© Guillermo Asián
No soy experto en economía, pero después de haber leído y escuchado tantas opiniones y noticias relacionadas con el tema, he llegado a algunas conclusiones.
En estos últimos días del mes de marzo, especialistas y expertos afirman que el final de la "crisis" está cercano, pero lo que no vocean es que se tratará sólo del fin de la recesión del sistema financiero, el mismo que ha generado lo que llaman "crisis económica". La más grande en muchos años. La razón es que la economía financiera, especulativa en esencia, se recupera mucho antes que la economía real. Sólo hay que observar las fluctuaciones que tienen "los valores" en una mañana. Para que las bolsas "respiren" basta con que los inversores tengan un día espléndido y una noche con luna. Dependen en parte de estados de ánimo.
La economía real no se regula tan fácilmente. Una empresa
que ha quebrado y que ha despedido cientos o miles de trabajadores no se
recuperará en pocos días, meses o tan siquiera en un año; es más, es
posible que nunca se recupere. Quien pierde el trabajo no puede optar a otro a la
velocidad con la que se anima un inversionista en Wall
Street. Un desempleado probablemente sufrirá un calvario largo antes de recuperar su empleo. De hecho, algunos con una edad por encima de la considerada "productiva", jamás lo lograrán.
La crisis financiera, generada por grandes corporaciones y bancos, ha repartido sus pérdidas "solidariamente" entre los ciudadanos causando un enorme daño a la economía real, argumentando hipócritamente que "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades". Paradójicamente no es el ciudadano, que a la postre es el consumidor, el sujeto que ha recibido los créditos del estado; ha sido la banca la avalada y financiada por los gobiernos, con dinero público, provocando con ello una rápida pobreza en gran parte de la población a causa de recortes sociales y despidos, favorecidos por medidas injustas como la reforma laboral española.
En este presente kafkiano, en esta situación de indefensión del ciudadano más vulnerable, muchos de los altos cargos de entidades financieras cercanos a los partidos políticos gobernantes, han sido "estimulados" económicamente junto a las grandes entidades bancarias que gestionaban de forma irregular y a todas luces bandolera. De ahí que se hayan permitido sin intervención de la justicia las enormes y desproporcionadas indemnizaciones pactadas con los equipos salientes, que han dado paso a supuestos "expertos" que a su vez continuarán, sin duda, con el expolio en una espiral que pretenden sea absurdamente inacabable. Es, a todas luces, el robo de la centuria, amañado con la complacencia de los gobiernos más poderosos de Europa.
Las entidades financieras y sus intermediarios siguen atesorando cantidades astronómicas de dinero a costa de los recortes impuestos a los ciudadanos, especulando de muy diferentes formas, entre otras accediendo en connivencia con los gobiernos a la gestión privada de los servicios históricamente públicos e imprescindibles, como la sanidad. La cacareada austeridad, por tanto, sólo la sufren quienes no disponen de avales solventes. En este estado de cosas, para incrementar el gasto público en plena crisis, los gobiernos se han endeudado dado que los ingresos fiscales han disminuido drásticamente. Obviamente, los ciudadanos con menor poder adquisitivo y sin ingresos en muchos casos, no gastan por miedo a no poder resolver las necesidades mínimas.
Es muy probable que durante un tiempo largo el sistema financiero siga funcionando satisfecho, acumulando gran parte de los dividendos que corresponden a lo público, dado que tiene en los gobiernos a sus mejores colaboradores y aliados. Mientras tanto, el ciudadano de a pie luchará por conseguir o conservar un trabajo, y seguirá en crisis "ad eternum" si no se rebela contra esta desmedida desproporción y abuso.
La solución a estos problemas pasa en parte por fiscalizar las tareas políticas a través de comisiones de control permanente, valorando la representación pública como cualquier otra actividad profesional e incentivando de algún modo los logros y la gestión de lo público cuando sea favorable al bien común. Pese a esto último, la consecución de estos logros debería suponer para el representante público un éxito que proporcionara beneficios morales, y no necesariamente económicos más allá de lo razonable. Deslegitimar y cambiar estas formas de gobierno actual llevará tiempo. Implantar sistemas de educación no basados en la competitividad y el consumo absurdo quizás paliarían en parte la barbarie y la estupidez de una forma de vida obsoleta, corrupta y dañina.
De todos depende el encontrar la salida, y para ello no basta sólo con quedarse sentados teorizando: es necesario levantarse y derribar muros.
domingo, 31 de marzo de 2013
lunes, 25 de marzo de 2013
La recaída...
© Guillermo Asián
"Y después de hacer todo lo que hicimos, nos levantamos, nos bañamos, nos perfumamos, nos vestimos, y así progresivamente volvimos a ser lo que no éramos..."
G.A.
Julio Cortazar: "Me caigo y me levanto".
"Y después de hacer todo lo que hicimos, nos levantamos, nos bañamos, nos perfumamos, nos vestimos, y así progresivamente volvimos a ser lo que no éramos..."
G.A.
Julio Cortazar: "Me caigo y me levanto".
sábado, 23 de marzo de 2013
lunes, 18 de marzo de 2013
¿Amor?
© Guillermo Asián
¿Amor? Vamos, la gente no quiere amor; la gente quiere triunfar, y una de las cosas en las que puede hacerlo es en el amor.
Charles Bukowski
jueves, 14 de marzo de 2013
La espalda de Meby
© Guillermo Asián
Desnuda eres tan simple como una de tus manos,
Lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente,
Tienes líneas de luna, caminos de manzana,
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda eres azul como la noche en Cuba,
Tienes enredaderas y estrellas en el pelo,
Desnuda eres enorme y amarilla
Como el verano en una iglesia de oro.
Desnuda eres pequeña como una de tus uñas,
Curva, sutil, rosada hasta que nace el día
Y te metes en el subterráneo del mundo
Como en un largo túnel de trajes y trabajos:
Tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
Y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.
Pablo Neruda.
martes, 12 de marzo de 2013
sábado, 9 de marzo de 2013
Multicolor Rose...
© Guillermo Asián
Todo era de color, o casi. Los años 70 y 80 no pudimos sustraernos a las influencias de Peter Turner, Cheyco Leidman y otros amantes del "Titanlux". Fácilmente comprobable en la publicidad de la época y en llamativas portadas de los discos de Eumir Deodato, Steely Dan y de otros muchos.
De vez en cuando la fiesta consistía en meterse en el estudio y captar las fotos más escandalósamente saturadas. He rescatado una de tantas, en la que Rose posa sin miedo ante la luz negra.
viernes, 8 de marzo de 2013
Busto de Enia... 06-03-2013
© Guillermo Asián
La fotografía entra en el museo
Cuando en
los años 1970, el proyecto de transformar la estación de Orsay en museo
del siglo XIX ve el día. Ningún museo de Bellas Artes en Francia tiene
todavía una sección dedicada a la fotografía. Muy pronto, no obstante,
se decide que esta invención de mayor relevancia del periodo tendrá su
espacio en el futuro museo de Orsay.
Falta sin embargo elegir entre la creación de una colección o, simplemente, la organización de exposiciones temporales, alimentadas por obras procedentes de demás instituciones o de coleccionistas privados. Varios elementos militan en favor de la primera opción. Esta proporciona al museo recursos para contribuir al enriquecimiento del patrimonio francés, le asegura una determinada autonomía en cuanto a las exposiciones en sus salas y, por fin, evita crear una sección “muerta”, por estar privada de colecciones propias.
La decisión de constituir un fondo de fotografía en el museo de Orsay fue pues tomada en 1978. Esta queda por realizar entonces por completo ya que, respecto a esta técnica, al contrario de la pintura o de la escultura, no existen conjuntos ya reunidos a lo largo de los años por el antiguo museo del Luxemburgo o por el Louvre.
El
programa del museo de Orsay se precisa poco a poco. Ya no se trata de
un museo que cubre todo el siglo XIX, sino un periodo más reducido que
va de 1848 a 1914. Las fechas de las colecciones de fotografía, sin
embargo, no pueden seguir lógicamente estos estrictos límites
temporales. Por un lado, el invento de esta técnica fue oficialmente
promulgado 19 de agosto de 1839, por el astrónomo y físico
Louis-François Arago, durante una sesión en la Academia de Ciencias en
París, y por otro lado, 1918 corresponde, de un punto de vista estético,
a la emergencia de la fotografía moderna. Fue de hecho tras la guerra
que el movimiento pictorialista se debilita verdaderamente y que nace en
Alemania la fotografía experimental que va a transformar obviamente los
esquemas del siglo XIX.Falta sin embargo elegir entre la creación de una colección o, simplemente, la organización de exposiciones temporales, alimentadas por obras procedentes de demás instituciones o de coleccionistas privados. Varios elementos militan en favor de la primera opción. Esta proporciona al museo recursos para contribuir al enriquecimiento del patrimonio francés, le asegura una determinada autonomía en cuanto a las exposiciones en sus salas y, por fin, evita crear una sección “muerta”, por estar privada de colecciones propias.
La decisión de constituir un fondo de fotografía en el museo de Orsay fue pues tomada en 1978. Esta queda por realizar entonces por completo ya que, respecto a esta técnica, al contrario de la pintura o de la escultura, no existen conjuntos ya reunidos a lo largo de los años por el antiguo museo del Luxemburgo o por el Louvre.
Las ambiciones de la colección
Se
empieza a crear la colección a partir de 1979, con varias ambiciones.
Testimoniar en primer lugar de la evolución formal de este arte,
estrechamente influenciado por las transformaciones técnicas. El uso de
la práctica fotográfica se modifica profundamente a lo largo del
periodo: existen en efecto pocos puntos en común entre las primeras
voluminosas cámaras de daguerreótipos, de compleja manipulación y que
requieren mucho tiempo de pose, y los pequeños aparatos instantáneos que
tienen un considerable e inmediato éxito comercial, tras aparecer en
los últimos momentos de los años 1880.
Se trata también, en regla general, de recopilar revelados antiguos y originales, realizados por los fotógrafos a partir de sus negativos, o por los editores, si se trata de una edición. Por fin, esta colección debe respetar el carácter internacional del museo de Orsay y mostrar, en particular, los estrechos vínculos labrados entre la fotografía francesa e inglesa, desde el origen de este medio y luego su difusión, en numerosos países.
(Musée dÓrsay)
Se trata también, en regla general, de recopilar revelados antiguos y originales, realizados por los fotógrafos a partir de sus negativos, o por los editores, si se trata de una edición. Por fin, esta colección debe respetar el carácter internacional del museo de Orsay y mostrar, en particular, los estrechos vínculos labrados entre la fotografía francesa e inglesa, desde el origen de este medio y luego su difusión, en numerosos países.
(Musée dÓrsay)
miércoles, 6 de marzo de 2013
Y su sombra... 05-03-2013
Neruda y la mujer.
En la obra de Neruda la mujer es una protagonista esencial. Es la fuente
y la depositaria de sus pasiones y es la compañera en sus luchas
ideológicas. Así lo plasma en el libro Los Versos Del Capitán. Y más adelante, cuando el poeta había entrado en su etapa posmoderna, en el libro La Espada Encendida
concibe, en el final de la Historia, la salvación de la especie humana a
través de la unión corporal y espiritual del último sobreviviente de la
catástrofe terrestre y de la mujer escapada de la ciudad de los
Césares. Es decir, dentro y fuera de la Historia, la mujer es una fuerza
activa, íntegra, imprescindible.
Volodía Teitelboim, amigo del poeta y uno de sus biógrafos, sostiene: "Al menos entre los poetas contemporáneos en lengua castellana, es el enamorado por antonomasia. Nadie tocó, nadie por escrito se dejó llevar por el amor con tantas ganas, con tanta delicadeza y desvergüenza, con tanta diversidad y obstinación, de principio a fin, de cabeza a pies. El amor le sacudía las entrañas, pasándole siempre su corriente por el alma. Amó a unas cuantas, por no decir muchas. A todas las quiso con una sinceridad que no significa garantía, monopolio ni sinónimo de eternidad. Fue un memorión de sus pasiones. Nutrió con ellas páginas y páginas. A menudo volvió a contarlas, a cantarlas, a revivirlas".
Y continúa Teitelboim: "En esencia, no le interesa la mujer objeto. Le atrae en ella todo lo que es su personalidad completa. La mujer pone la fascinación, el encantamiento. El pondrá lo demás. Sentará en el trono a la plebeya y convertirá a la fea o a la inadvertida en la más hermosa e importante. Hará de la callada la elocuencia sin palabras, porque la palabra mágica la dirá el poeta tocado por la gracia".
En cambio, en los cuentos de Borges la presencia femenina es mínima y desconcertante. Algunos personajes (como la pelirroja del cuento El Muerto Y La Lujanera De Hombre De La Esquina Rosada) son mujeres que carecen de individualidad, dóciles al hombre que se impone en la pelea o da muestras de mayor coraje. Cada una es un objeto transferible, trofeo al que dirige sus derechos quien se impone en una contienda.
Jorge Carrasco
Se busca una mujer... 04-03-2013
© Guillermo Asián
"Humanidad, eres una enferma hija de puta".
Charles Bukowski, fragmento del poema “Esta” de "Escritos de un viejo indecente".
Se busca una mujer
Charles Bukowski, fragmento del poema “Esta” de "Escritos de un viejo indecente".
Se busca una mujer
Bukowski
le escribe a La Mujer, no a las mujeres. Si bien sus escritos van
dirigidos en repetidas ocasiones a un nombre en específico, me parece
que más bien van dirigidos a la ausencia de poder aprehender la esencia
de La Mujer. Sus escritos amorosos, y en específico sus poemas,
contienen un alto grado de insatisfacción, no tratan historias que
llegan a un feliz acuerdo sino de historias que tocan una constante que
se traduce en un eterno malentendido entre el amante y el amada.
Historias de putas, poetisas, borrachas, adictas, y fanáticas a su obra
inundan las hojas que Bukowski dedicara al ser de La Mujer, un ser
escurridizo que, demuestra que Lacan tenía razón cuando señalaba que las
mujeres están medio locas, no por mostrarse peyorativo o sexista, como
muchos quieren hacer creer, sino para explicar que las féminas además
de ser subsidiarias del goce fálico procedente del lenguaje, son
subsidiarias de otro goce, un goce del que los hombres no tiene idea
pero que notan en las incomprensiones que marcan sus relaciones con
ellas, o sea, la posición subjetiva de las mujeres es simplemente
diferente a la de los hombres, de ahí la imposibilidad de complemento
que moviliza el amor que ofrece algo que no se posee.
Existe
en la escritura de Bukowski la alusión al anhelo humano, especialmente
neurótico, de encontrar la media naranja, de encontrar a la persona
ideal que encaje con los bordes de la propia falta. A este respecto
Julien menciona: “en el amor hay una pasión de ser el único, la única, en saber cuál es el bien del otro.” Una pasión a la cual se dirige frontalmente Bukowski en su poema chicas tranquilas y limpias con lindos vestidos:
“necesito
una buena mujer, necesito una buena mujer/ más de lo que necesito esta
máquina de escribir/ más que a mi coche, más que a Mozart/ necesito
tanto una buena mujer que/ siento que la huelo en el aire/ que la
siento en las yemas de mis dedos/ que veo aceras hechas para que sus
pies caminen sobre ellas, /que veo almohadas para su cabeza, / que
siento mi sonrisa esperando,/ que veo a un gato como su mascota,/ que
la veo dormir,/ que veo sus pantuflas sobre el piso./ sé que existe/
¿pero en qué lugar de la Tierra estará mientras las putas siguen
rondando?”
La
teoría freudo-lacaniana pone en claro que esa “buena mujer” en realidad
no existe, que no hay en el mundo complemento para el vacío que
representa el deseo, pues éste “esta más allá de la demanda de
reconocimiento por otro deseo. Esta más allá del lenguaje, espacio
siempre abierto, lugar de terror y fascinación, al mismo tiempo.”
Como lo dijera el mismo Bukowski:
“a la
carne que cubre el hueso/ le ponen una mente/ y a veces un alma, / y
las mujeres avientan/ floreros contra las paredes/ y los hombres beben/
demasiado/ y ninguno encuentra al/ otro/ pero se mantienen/
observando/ arrastrándose dentro y fuera/ de la cama. / no hay otra
salida:/ todos estamos atrapados/ por un singular/ destino./ nadie
encuentra/ al otro.”
¿Entonces
qué queda? Si se reconoce la impotencia del amor como garante de
felicidad y se reconoce al deseo como deseo de nada. No queda más que el
intento, la re-petición y lo que esto re-presenta para el humano, es
decir el envión para apartarse de la esperanza de un amor final y a la
vez de adrentarse en un conocimiento sobre lo real que demuele el afán
de paz final. Esto es la asunción de la problemática que, mal que bien,
hace posible la vida humana, y abre la posibilidad de mal-decir en
torno a ella, camino de la sublimación. La historización de la que
hablaba líneas atrás, aquí se devela. El amor del que hablo y que ve la
luz a través del reconocimiento de la castración es un amor a la vida
misma, un amor generoso pues “no hay amor más generoso que el que se
sabe al mismo tiempo pasajero y singular.” Un amor que genera, que deja su marca en las generaciones perpetuando así la continuación del desgarramiento humano con su bajeza y grandeza, es, por así decirlo, un amor al defecto.
Gibrán Larrauri Olguín
martes, 5 de marzo de 2013
El barro
© Guillermo Asián
"A veces me da la espalda, como suicida tranquilo que de nadie espera oídos y entendimiento..."
Bill Evans Trio & Stan Getz - But Beautiful
http://recorta.com/0b5512
"A veces me da la espalda, como suicida tranquilo que de nadie espera oídos y entendimiento..."
Bill Evans Trio & Stan Getz - But Beautiful
http://recorta.com/0b5512
sábado, 2 de marzo de 2013
Cecilia y su cuerpo
© Guillermo Asián
"Hicimos una parada para comprar licor, hielo y cigarrillos,
luego regresamos al apartamento. Su única copa había puesto a Cecilia
soltando risas y hablando sin parar. Ahora estaba explicándonos que los animales también tenían alma. Nadie se lo discutió. Era posible, lo sabíamos. De lo que no estábamos tan seguros era de si la teníamos nosotros".
Charles Bukowski
Suscribirse a:
Entradas (Atom)