Consejos de Paul Strand
Todos somos estudiantes, algunos lo son por mas tiempo que otros más
experimentados. Cuando dejéis de ser estudiantes, puede que dejéis de
estar vivos en lo que concierne al sentido de vuestro trabajo. Por lo
tanto hablo de estudiante a estudiante.
Paul Strand por Walter Rosenblum, 1973
Quiero deciros, pues, que antes
de dedicar tiempo a la fotografía (que por otro lado os tomará mucho)
pensad hasta que punto es importante para cada uno de vosotros.
Si lo que realmente perseguís es pintar u otra cosa, entonces no
fotografiéis, salvo que se trate de pura diversión. La fotografía no es
un atajo para llegar a la pintura, para llegar a ser artista o para
cualquier otra cosa. Por otro lado si la cámara y sus materiales os
fascina y motiva vuestra energía y vuestro respeto, aprended a
fotografiar. Descubrid primero qué puede hacer esta cámara y estos
materiales sin ninguna interferencia, únicamente con vuestra propia
visión. Fotografiad un árbol, una máquina, una mesa, cualquier trasto
viejo; hacedlo una y otra vez modificando la luz. Observad lo que
registra vuestra película, descubrid los resultados que se obtienen con
los distintos tipos de papel y gradaciones. Las diferencias de color que
pueden obtenerse utilizando uno u otro revelador y en qué forma estas
diferencias cambian la expresividad de la imagen. El campo es ilimitado,
inagotable, sin salir de las fronteras naturales del medio. En resumen,
trabajad, experimentad y olvidaros del Arte, del pictorialismo y de
otras palabras en mayor o menor grado carentes de sentido.
Ved libros de autor, exposiciones, por lo menos conoceréis lo que han
hecho los fotógrafos. Y observad también críticamente lo que se este
haciendo en general y lo que cada uno de vosotros realiza ahora. Algunos
han dicho que Stieglitz tenía fuerza porque hipnotizaba a sus modelos.
Id y mirad lo que ha hecho con sus nubes; descubrid si sus poderes
hipnóticos se extendían también sobre los elementos. Observad todas
estas cosas. Ved qué significan para vosotros; asimilad lo que podáis y
olvidaros del resto. Sobre todo mirad las cosas que os rodean, vuestro
mundo inmediato. Si estáis vivos significará algo para vosotros, y si os
interesáis lo suficiente por la fotografía y sabéis como usarla
querréis fotografiar ese significado.
Si permitís que la visión de otra gente se interponga entre el mundo y
vuestra propia visión conseguiréis algo ordinario y sin sentido:
fotografía pictorialista. Pero si conserváis esta visión clara,
conseguiréis algo que por lo menos será una fotografía con vida propia,
al igual que un árbol o una caja de cerillas, siempre que creáis que
estas cosas tienen vida propia. Para conseguir esto no existen atajos,
ni fórmulas, ni reglas; únicamente en todo caso las que rigen la vida de
cada uno. Sin embargo, es necesaria la autocrítica más rigurosa y el
trabajo constante. Pero primero aprended a fotografiar. Para mí esto
constituye ya un problema sin fin.
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