© Guillermo Asián
lunes, 10 de febrero de 2014
El hombre sionel
Desalentada
por mi poesía. Abortos, nada más. Ahora sé que cada poema debe ser
causado por un absoluto escándalo en la sangre. No se puede escribir
con la imaginación sola o con el intelecto solo; es menester que el sexo
y la infancia y el corazón y los grandes miedos y las ideas y la sed y
de nuevo el miedo trabajen al unísono mientras yo me despeño en el
papel e intento nombrar y nombrarme. Aparte de ello olvido lo
correspondiente al lenguaje, expresión, etc., materias en las que soy
una completa intrusa” Alejandra Pizarnik.
Arcangelo Corelli. Concerto Grosso
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