El sueño de Nadir

          © Guillermo Asián
  
    El sueño. Jorge Luis Borges

    Si el sueño fuera (como dicen) una
    tregua, un puro reposo de la mente,
    ¿por qué, si te despiertan bruscamente,
    sientes que te han robado una fortuna?

    ¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
    nos despoja de un don inconcebible,
    tan íntimo que sólo es traducible
    en un sopor que la vigilia dora

    de sueños, que bien pueden ser reflejos
    truncos de los tesoros de la sombra,
    de un orbe intemporal que no se nombra

    y que el día deforma en sus espejos.
   ¿Quién serás esta noche en el oscuro
   sueño, del otro lado de su muro?

   Rostropovich Bach Cello Suite No.1 Prelude 

Abrazar silencios

    Foto: Guillermo Asián.

   Te veo tan sola y tan erecta...
   Mitad orgullo de otros tiempos,
   mitad melancolía de los nuestros.
   Estás tan solitaria y tan callada,
   tan llena de recuerdos,
   tan aislada en medio del silencio,
   que pienso que te habitan las entrañas
   los duendes de mis cuentos.
   Estás ahí tan grande,
   tan esbelta y tan apasionada,
   que abrazas los silencios
   de la tarde
   de los enamorados,
   y coronas este parque
   verde
   que no se atreve a parir árboles
   que te hagan compañía,
   porque te ve tan altiva
   en tu reinado,
   en este Madrid
   que es tuyo,
   y a ti te pertenece.
   Estás tan muda, tan serena...
   que temo que un día empieces a volar
   y no me avises.
   Y no pueda observar el norte
   desde tus ojos,
   y no vigiles mis besos y sus besos,
   y te vayas sin contarme
   esos secretos
   que, seguro, conoces.
   Pero hoy pervives callada,
   y yo suelo imaginarme
   que te habitan mis duendes...,
   que estás llena de fantasmas
   de ayer, y
   que aún puedes
   y debes,
   abrazar otros silencios.

Leonard Cohen. Suzanne